Llamado a la acción a los líderes del G20: emerger de la emergencia poniendo a la gente, el planeta y la prosperidad en centro de la recuperación del COVID-19
Traducción a español realizada por el Capítulo Español del Club de Roma y Capítulo Argentino del Club de Roma

Es momento de aprovechar nuestros temores, generar esperanza y actuar para crear sociedades resilientes a largo plazo.
Hacemos un llamado a los Líderes, Jefes de Estado y Ministros de Finanzas del G20 para que tengan el coraje, la sabiduría y la previsión para hacer que sus planes de recuperación económica estén dirigidos a la salud y el bienestar de las personas a corto y largo plazo. Al hacerlo, dicho liderazgo ayudará a asegurar un camino hacia una mayor capacidad de recuperación, al mejorar la salud global, reducir la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero, reconstruir nuestra relación con la naturaleza, repensar cómo usamos la tierra y transformar nuestros sistemas alimentarios para producir alimentos saludables en armonía con los ecosistemas locales y el bienestar socioeconómico.
Es importante reconocer que, además de la pandemia de COVID-19, el planeta enfrenta una crisis más profunda y de más largo plazo, enraizada en una serie de desafíos globales interconectados. Investigaciones recientes sobre la ecología de las enfermedades sugieren que el tráfico de vida silvestre, los sistemas alimentarios insostenibles, la pérdida de biodiversidad y la deforestación son factores clave detrás de las pandemias. Al igual que COVID-19, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el colapso financiero no observan fronteras nacionales ni incluso físicas.
Por lo tanto, la cooperación internacional es esencial para resolver las amenazas existenciales futuras y garantizar que la recuperación económica y la transferencia de capital fomenten una mayor capacidad de recuperación ante futuras conmociones. Ahora es el momento de la solidaridad global entre las personas y las naciones afectadas por la pandemia, y de restablecer el equilibrio entre las personas y la naturaleza para la resiliencia futura.
Esperamos su liderazgo para construir una nueva economía global que garantice un futuro equitativo, inclusivo y sostenible para todos. Esto exige que los paquetes de recuperación y los planes de estímulo fiscal estén diseñados para fomentar una estrategia de salida y recuperación del COVID-19 que dé prioridad al desarrollo económico circular regenerativo con bajas emisiones de carbono, en lugar de rescatar políticas que subsidien industrias no sostenibles y contaminantes.
Los gobiernos de todo el mundo han implementado políticas para proteger la salud a un gran coste económico. Cualquier recesión posterior al COVID también tendrá importantes impactos en la salud mental y física a través del aumento de la pobreza y el desempleo; invertir en combustibles fósiles también empeoraría la contaminación del aire y el cambio climático. Para recuperarse del COVID-19 tiene sentido actuar sobre el clima, proteger la naturaleza y promover la salud y el bienestar. Afortunadamente, existe un argumento comercial y económico muy sólido para abordar la emergencia planetaria a través de un enfoque más sistémico.
Las personas, el planeta y la prosperidad deberían mantenerse en la cima de la agenda en 2020 y más allá. Los líderes deben mantener el impulso en estos frentes y salir de esta pandemia actual cuidando a las personas y al planeta de manera holística. Los gobiernos deben enfocarse en cronogramas y objetivos claros para cumplir con sus compromisos con el Acuerdo de París y los ODS, y construir la resistencia necesaria para reducir los riesgos de futuras crisis dentro de nuestros sistemas económicos, financieros y sociales. El bienestar para todos en lugar del crecimiento del PIB deberían ser los objetivos finales para el futuro. La voz de los ciudadanos debe incluirse en la toma de decisiones para dar forma a un futuro más inclusivo.
Las soluciones incluyen invertir en energía renovable en lugar de combustibles fósiles; invertir en proteger la naturaleza y la reforestación; en soluciones basadas en la naturaleza; en sistemas alimentarios seguros y sostenibles y agricultura regenerativa; y cambiando a una economía más local, circular y baja en carbono. Estas acciones positivas también pueden ser una fuente muy necesaria de esperanza colectiva y optimismo en estos tiempos inciertos.
Por lo tanto, les pedimos que adopten las siguientes medidas y soluciones de recuperación que pueden ayudarnos a reconstruir una economía más sostenible y resistente para todos:
1. Una respuesta de solidaridad global para personas sanas y un planeta saludable
- Abordar la pandemia asegurando un profundo sentido de solidaridad con las personas y naciones más vulnerables de este mundo.
- Prevenir futuras pandemias abordando las causas profundas, incluyendo la protección de la naturaleza y los bosques, el desarrollo de sistemas alimentarios más sostenibles, con menor consumo de carne y dietas basadas en vegetales.
- Cumplir los compromisos de financiación de la Ayuda de Desarrollo Exterior (AOD) para los países en desarrollo, garantizar una mayor asistencia a medida que los países hacen la transición hacia economías más sostenibles y preparar programas urgentes de alivio de la deuda, comenzando por los países menos desarrollados.
- Aumentar la inversión y la capacidad de recuperación en los sistemas de atención de salud (incluidas mejores instalaciones de testeo, rastreo y tratamiento) y trabajadores para prevenir enfermedades y hacer frente de manera efectiva a nuevos brotes y otras crisis.
- Acelerar los esfuerzos para avanzar hacia la Cobertura Universal de Salud y facilitar el acceso a los servicios de salud para todos, reconociendo que la atención médica es un derecho humano esencial.
- Centrar la inversión en el desarrollo de habilidades y proyectos que se puedan desarrollar fácil y rápidamente, con un gran potencial de generación de empleo y un efecto multiplicador para proporcionar co-beneficios económicos, sociales y de salud para las comunidades y regiones más desfavorecidas.
- Promover la creación de empleo a través de la expansión de servicios públicos y sectores esenciales (por ejemplo, alimentos, salud, educación).
2. Emergiendo de una emergencia: una transición justa
- Adoptar medidas que puedan aumentar los ingresos de los más vulnerables directamente: reducciones del impuesto sobre la renta para los hogares más pobres, reducciones del IVA, aumentos en los beneficios de la seguridad social, ingresos básicos de emergencia inmediatos para los trabajadores independientes.
- Planes de estímulo directo y flujos financieros públicos y privados hacia inversiones rentables en oportunidades de beneficio múltiples para el clima, la salud, las personas y la naturaleza, para reducir las emisiones de GEI, mejorar la resiliencia, restaurar la naturaleza y apoyar los empleos y los medios de vida de las personas. Las medidas específicas deberán incorporar estrategias de ‘cero desperdicio’, procesos de ‘economía circular’ y soluciones basadas en la naturaleza (incluida la eliminación de la deforestación para la producción de alimentos para animales, reforestación, agrosilvicultura, agricultura regenerativa, restauración del ecosistema, energía renovable, eficiencia energética, ciudades sostenibles y sistemas de transporte limpios).
- Establecer un Fondo de Emergencia Planetaria a nivel global que redirija los subsidios nocivos hacia soluciones que promuevan una transición justa a economías de bienestar más resistentes.
- Revalorizar los servicios y empleos económicos que ofrecen un valor real (alimentos saludables, salud, productos y servicios bajos en carbono, logística) sobre los mercados de valores y el comercio financiero.
- Invertir en infraestructura de IT y facilitar el acceso a productos y servicios digitales, incluido el trabajo remoto.
- Abordar nuevas medidas económicas de progreso social, incluidos indicadores de bienestar según las discusiones de los Wellbeing Economy Governments (WEGO) y adoptar marcos de políticas de bienestar.
- Incluir las voces de las personas a través de plataformas en línea innovadoras para diseñar planes de recuperación y reinventar la vida y la sociedad después del COVID19 (por ejemplo: Parlamento Juvenil Global, Parlamentos Abiertos, Foro de Ciudadanos, etc.).
3. La ambición por el clima y la biodiversidad como facilitadores de la resiliencia
- Diseñar paquetes de recuperación que estén totalmente alineados con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París (incluidas las NDC mejoradas, las estrategias a largo plazo y los nuevos acuerdos verdes) y la necesidad de revertir la pérdida de la naturaleza.
- Introducir un precio válido para las externalidades negativas comenzando con un precio significativo para el carbono, la contabilidad del capital natural y los balances netos cero para garantizar que los gobiernos de todo el mundo reflejen el verdadero coste de las actividades con alto contenido de carbono y la pérdida de ecosistemas.
- Facilitar e incentivar las inversiones en una recuperación verde y azul siguiendo los principios de “No dañar” (por ejemplo: evitar los combustibles fósiles, la deforestación) y “Hacer el bien” para brindar beneficios sociales y ambientales.
- Asegurar que la planificación de la infraestructura asociada con los paquetes de recuperación sigan los estándares de sostenibilidad y adaptación climática y mejoren la prosperidad de las personas y el planeta a la vez.
- Crear las condiciones positivas para que los rescates financiados por el gobierno den lugar a un cambio hacia negocios circulares y bajos en carbono en lugar de alentar la continuación del desarrollo económico alto en carbono.
- Continuar implementando las recomendaciones de la Junta de Estabilidad Financiera-Grupo de trabajo sobre divulgaciones financieras relacionadas con el clima- para maximizar las oportunidades climáticas y minimizar los riesgos; comenzar a implementar un enfoque similar sobre el capital natural.
- Asegurar que haya mayores esfuerzos para desarrollar enfoques basados en la ciencia para informar las estrategias de la compañías y desarrollar cadenas de suministro más resistentes; Este es también el momento para que los bancos centrales independientes mejoren la transparencia.